La argumentación dada por el
Ministro más misógino de España, Gallardón, para defender su anteproyecto de
reforma de ley del aborto, ante el Congreso, de que es violencia estructural
que se ejerce contra la mujer “el mero hecho del embarazo”, porque, según él, “muchas mujeres ven
violentado su derecho a ser madres por la presión que generan a su alrededor
determinadas estructuras”, se debe utilizar, más bien, para defendernos las
mujeres, de este retroceso que supone querer ejercer, con la nueva ley fachardoninana,
comprometida con los sectores fundamentalistas, siempre ajenos a los derechos
de las mujeres, un control tan férreo sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas.
¿No es acaso esto Violencia
estructural hacia las mujeres?: ¿Tratar a las mujeres como menores de edad y
necesitadas de tutores?, ¿Privar a las mujeres de su libertad de decidir?, ¿no
tratarnos como personas de pleno de derecho, con nuestras conciencias propias?
La violencia estructural surge
de un sistema sociocultural, del sistema patriarcal, caracterizado por pautas y
creencias que posibilitan el dominio psíquico y físico del varón sobre la mujer;
es la desigualdad de oportunidades, la discriminación social del trabajo, la
explotación, la feminización de la pobreza, el desempleo masivo, especialmente
entre las mujeres, la diferencia salarial, pero también, la violencia
estructural, menos visible que la directa, atenta contra los derechos de la
mujer y es una evidente injusticia social, perdurando por falta de voluntad
política, cuando se consiente que la mujer quede relegada a posiciones
sociales, en las que no puede tener el control de su propia vida (Violencia
estructural y directa: mujeres y visibilidad, coord., Carmen Mañas Viejo,
FEMINISMO/S.Revista del Centro de Estudios sobre la Mujer de la Universidad de
Alicante, nº 6, diciembre de 2005).
Las mujeres españolas nos
sentimos, pués, violentadas, maltratadas, cuando estos señores del PP (si se
les puede llamar señores), quieren ejercer de tutores de nuestros cuerpos y de
nuestras vidas, como si fuéramos unas lelas e infantiloides, que no tenemos
capacidad alguna de decisión y de pensamiento.
Pero, hemos llegado hasta
aquí, más o menos vapuleadas, dando pasos muy lentos y costosos, aunque firmes,
para conseguir nuestros derechos, y ya no hay vuelta atrás.
Señor Gallardón, gente del PP,
mujeres que apoyáis este retroceso, podréis aprobar leyes, asustar a la gente,
maltratar mentes y espíritus libres, pero no vais a conseguir que volvamos a la
caverna, a la prehistoria, que es donde queréis que volvamos “el resto del
mundo menos vosotr@s”, porque después seréis las primer@s, como ya hicisteis en
otra época, en ir a abortar a Londres o, ahora a Portugal, que queda más cerca,
mientras seguís defendiendo la vida, más bien previda, porque la vida, la
auténtica, ya os encargáis con otras leyes, decretos, recortes, etc, de no protegerla.
ASAMBLEA FEMINISTA DE MONTILLA
8 de Marzo de 2014
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