Desde la asamblea feminista de Montilla, un deber de justicia y gratitud nos ha llevado a recordar, el pasado día 2 de Diciembre, mediante una representación teatral y la proyección de un audiovisual, que hace 80 años , una mujer Clara Campoamor, logró en soledad y apoyándose únicamente en la razón y en la fuerza de sus convicciones que las Cortes Constituyentes de la II Republica reconociera el derecho al voto para las mujeres.
Recuperar esa Memoria Histórica, significa restablecer el reconocimiento publico a una fecha con un significado histórico y simbólico, a la vez que trasladamos, unas palabras llenas de fuerza, pensamientos, sentimientos e ideales de igualdad y justicia a los momentos actuales.
Las mujeres arrastramos un enorme patrimonio político, alcanzado por la lucha de mujeres a las que nunca acabaremos de reconocer su esfuerzo y compromiso, mujeres pioneras que sufrieron reproches e incomprensiones, pero que a nosotras nos hacen sentirnos fuertes, seguras, y con ganas de renovarnos continuamente para seguir reivindicando en escenarios diferentes, derechos que se nos continúan negando.
La Asamblea Feminista de Montilla con este acto hemos rendido un homenaje a la vez que a nuestras antepasadas, a nuestras compañeras y amigas feministas ausentes. siempre tenemos en nuestro corazón y en nuestra memoria a Lola López, y en estos momentos concretos nuestro reconocimiento sincero a Mª Carmen Trenas Cabezas nuestra compañera y amiga, con la que pensamos compartir escenario en esta representación y que en su nombre lo ha hecho su sobrina Mª Carmen Castro Trenas a quien ella designo en los momentos en que tuvo conciencia de que la vida la abandonaba.
A Mª Carmen Trenas, su compromiso personal la llevaron a trabajar con verdadera pasión por las cosas y las causas que consideraba justas y desde la presidencia de la AAMM el Laurel, por las mujeres, por su incorporación a todos los ámbitos de la sociedad, por la consecución de la igualdad, y por su entrega a la lucha contra la Violencia de Género en Montilla, acompañando, asesorando, y apoyando a cuantas mujeres acudían a ella .
Y en ese camino se encontró con la Asamblea Feminista de Montilla, nos encontramos, compartiendo con ella desvelos y complicidades.
